Cuenta con diferenciales variables

Antes de entender en detalle qué es la cuenta de spread variable, es recomendable definir con precisión el concepto de spread.

El spread, en el ámbito del trading, representa la diferencia entre el precio de compra de un activo (llamado Bid) y el precio de venta del mismo (llamado Ask).

A continuación, se muestra un ejemplo para comprender mejor el spread: supongamos que estamos operando en un par de divisas, libra esterlina contra yen japonés. El tipo de cambio esperado es 166,97 / 167,03. Esto significa que el diferencial, o spread, es de 6 Pips. El spread es calculado automáticamente por el broker dentro de los costes de la transacción y, esencialmente, es la fuente de ingresos del broker sobre la operación.

La cuenta de spread variable es una cuenta que prevé la presencia de un spread con valores fluctuantes: éste depende cada vez de los valores de venta (ask) y compra (bid) que se revelan cuando realizamos operaciones de trading.

La naturaleza fluctuante del spread variable hace imposible saber de antemano cuál es el spread que afecta a nuestra operación. Por regla general, el spread variable suele ser inferior al spread fijo, pero -precisamente por su naturaleza aleatoria- también puede sufrir subidas fuertes y repentinas.

Para aquellos que desean abrir una cuenta de trading, la elección se distingue por lo tanto entre cuenta de spread variable y cuenta de spread fijo.

La primera, la cuenta de spread variable, como ya se mencionó, prevé una varianza flotante, que cambia según el activo considerado y las condiciones del mercado que se dan antes de la acción de trading.

En la cuenta de spread fijo, por otro lado, la diferencia entre Bid y Ask es siempre constante, y la establece el bróker al inicio de la relación.

¿Es mejor elegir una cuenta con spread variable o con spread fijo?

No existe una opción mejor que otras. Como hemos visto, el spread fijo suele ser ligeramente superior a la media de los spreads variables, pero estos –por otra parte– también pueden verse afectados por subidas repentinas.

En general, el spread variable es por tanto aconsejable para aquellos que deciden operar en mercados no demasiado volátiles, ya que donde la incertidumbre de los activos es alta, el spread variable suele asentarse en una varianza más elevada.

En cualquier caso, la cuenta de spread variable se recomienda para traders experimentados que operan en un mercado muy líquido, prefiriendo activos menos volátiles y sobre todo abriendo posiciones muy cortas.

Los riesgos de una cuenta de spread variable están estrechamente ligados a la volatilidad de los valores: si decidimos adoptar esta estrategia para inversiones a largo plazo debemos ser conscientes de cómo las noticias externas o la liquidez pueden llevar al mercado a enfrentarse a grandes cambios, con una subida excesiva del spread. Situación que podría obligarnos a pagar comisiones de trading elevadas.